Guárdese las tetas señorita Laferte, porque los hombres vemos, compartimos, compramos, consumimos y producimos todo tipo de pornografía donde a ustedes mujeres se les humilla, utiliza y agrede, pero no podemos ver un par de pechos con un mensaje político porque se nos confunde la entrepierna.
Porque es más difícil ignorar o pasar la hoja con la imagen de una mujer semidesnuda, usando SU cuerpo para visibilizar un problema político y social que preguntarnos ¿cuál es el problema que la llevó a protestar?. Quizá sea la represión en su país, la falta de empatía de un gobierno aferrado, la cantidad de mujeres atadas por una sociedad que se niega a desnormalizar la violencia contra ellas.
El supuesto problema de violencia contra la mujer no se solucionará ni aunque todas, desde Siberia hasta las Malvinas sacaran el pecho en protesta, menos puede pensar la ingenua señorita Laferte que sus pequeños y ofensivos senos harán alguna diferencia. Por el contrario solo logró que los hombres nos burlemos de ella, hagamos memes y chistes cada uno menos gracioso que el anterior para demostrarle no solo lo ridículo de su protesta sino que aunque la razón esté de su lado el poder sigue teniendo testículos.
Ayer se declaró la alerta de género en la Ciudad de México, capital del país, ciudad de avanzada, donde se hacen chistes sobre los retrógradas de provincia, epítome de la modernidad nacional. La jefa de gobierno no mostró ni medio pezón en la ceremonia. Mon Laferte seguirá cantando y teniendo éxito en la música, protestará seguro por diversa causa o la misma en otra oportunidad porque como dicen las redes sociales “solo quiere llamar la atención”. Claudia Sheinbaum se sentará en cientos de juntas y presentaciones a buscar soluciones. Los hombres las seguiremos llamando “viejas argüenderas” porque claro el problema son ellas. Ellas y su desnudez. Ellas y su exigencia de respeto y vida digna.