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Oh, espera, solo es un chiste güey

Sí usted, mi joven ilustre, no se ha enterado (jah, lo dudo) México atraviesa, gracias a U.S.A. (otra vez) una etapa de despertar social contra el racismo, clasismo, machismo y otros -ismos. Todo mundo cree saber de estos temas (incluido su servidor a veces) pero en redes sociales nada se establece más que una cacería de brujas y, mi México ‘dioro’ realmente no ha cambiado mucho. Si bien todos los temas antes mencionados son importantes, creo yo que el ‘trending’ debe ser abordado por su frescura (y porque algún día me encantaría ser un bromista profesional ¡¿cómo no?!) y por la reelevancia que se le da a las novedades. 

Abrimos nuestro telón con lo de siempre, nuestro querido presidente haciendo de las suyas, diciendo (léase con voz del santoverso) “me enteré de que existe … ¿cómo se llama? … CONAPRET” y mientras algunos se indignaban con la premisa, otros se reían del chascarrillo (¿?) algunos cuántos se preguntaban ¿para que servirá? (incluídome yo) porque no puedo juzgar al presidente de no conocer un organismo el cual no conozco, solo que, a diferencia del Jefe máximo de las fuerzas armadas, mi trabajo es ser un universitario a la espera de su título mientras él, bueno, dirige el país. Un país que, parece ser que quiere dirigir solo, solín, solito. Pero volvamos un poco atrás al problema ¿deberíamos hacer una cacería de brujas por el “comentarista de redes sociales”? ¿es correcto referirse a un niño con el apodo de un postre delicioso (el cuál me queda de huevos por cierto, digo porque lleva flan y así)? y estas no son preguntas retóricas, más bien genuinas, que me llevaron a entablar un debate sobre los límites de la comedia (obviamente en twitter) los cuáles, siento desilusionaros, no pueden ser definidos, pero si pueden ser reconocidos. Éste giro argumental abre un nuevo tema más jugoso; ¿cómo identificar lo que es comedia y lo que no? ¿en realidad existe comedia pura sin más significados? (y no me refiero a los chistes del señor Chespirito, el señor lo tenga en su santa gloria al viejo castroso) como bien dicen “entre broma y broma, la verdad se asoma”. El humor tiene dos sentidos, el primero hacer reír, el segundo hacer pensar, sin embargo, el caso de nuestro “comentarista de redes sociales” hace uso de lo sencillo para hacer reír, menospreciar raíces indígenas, asociar el color de piel con el valor social y ese tipo de costumbres racistas que, como buena colonia, aún prevalecen en nosotros. Aquí es donde les pregunto ¿les hace pensar? Tal vez hay más que solo burlarse de las mujeres, mestizos y anexas debe existir una comedia más inteligente, podemos hacer ese tipo de chistes no solo quedándonos en la broma rápida, hay profundidad en esos temas y hay que explotarla, cosa que no hace con chistes sacados de su cuenta de twitter como usar naco para todo o bromas sexistas simplones. Y aún así, no todos los chistes son malos, digo después de todo el personaje me acercó a interesarme por temas como la política, las causas sociales, el país … Entonces ¿es malo? ¿es bueno? ¿es gracioso? ahora si podemos intentar responder, creo. No se trata de si es malo o es bueno, después de todo el objetivo de twitter es ser polémico, así empieza la mayoría, somos los culpables de hacer crecer a la gente polémica en este país (un saludo a Bárbara del Regil). Somos los primeros que le damos ‘retuit’ a las pendejadas que nos dan risa o ‘bloquear’ a los que nos ofenden, el sujeto en cuestión no debería ser el culpable por ser un reflejo de una sociedad que simpatiza con las cosas que el publica, tampoco debe volverse un mártir porque la misma sociedad que lo creó pueda tener un estandarte de “censura política”.  Debemos aprender de esta situación que debemos ser más responsables con lo que consumimos, no podemos catalogar con tonos blancos o negros a una sociedad con distintos tonos de gris y no mis queridos pasquilectores, aunque sean divertidas las cacerías de brujas no nos sirven, nuestro querido “comentarista de redes sociales” no es más que lo que la sociedad mexicana es, decir “ganamos, su programa en HBO está cancelado” nos evidencia como parte del problema, porque simplemente ser parte de la tribu buena o de la tribu mala no hace el cambio real que es ELIMINAR EL RACISMO, entonces ¿qué sigue?

Si nosotros mismos no nos damos cuenta de qué es racismo, que no es racismo, que es ‘pendejismo’ y por qué el presidente dice no conocer CONAPRED cuando la misma titular del consejo se presentó en la conferencia matutina el 5 de diciembre de 2019 (tema para otro escrito sentado en el trono de porcelana) entonces podemos decir que estamos avanzando, pasito a pasito, si dejamos de reírnos por chistes que solo hacen burla de la gente con menor poder adquisitivo, si para expiar nuestros pecados linchamos al primer pendejo que salga siendo “malo”. En ese momento, estamos aprendiendo algo.

Me despido de este post con dolor de espalda pero agradeciendo a animal político, al señor Andrei y a mi amigo el zombie que dijo “Qué pasó cuando la revista Charly H. Publicó imágenes mofándose de Mahoma? Hubo ataques terroristas en respuesta. Los problemas de racismo pueden trascender de muchas formas y ninguna trae cosas buenas. Digo que la libertad de expresión se nos concedió con la condición de expresar nuestras ideas conforme a la razón. La comedia igual debe ser ejecutada de forma razonable. Y me parce claro que hay métodos objetivos para discutir si es razonable o no.” y aquí si entramos en un terreno peligroso ¿hasta donde llega la libertad de expresión? ¿hasta donde llega la comedia? Preguntas que resolveremos, tal vez no pero me encantaría ver ese debate.