Categorías
Columna

Un vistazo a las redes sobre… Manuel Felguérez 

El apoyo artístico en México, subordinado al poder político y no siempre con un compromiso a las causas del pueblo, fue uno de los aparatos culturales más importante durante el siglo veinte. Probablemente no puede compararse a los esfuerzos del gobierno francés o estadounidense, pero mucho más consciente de su importancia a comparación del gobierno japonés. Este esfuerzo proviene de una larguísima tradición de artistas que sirvieron al país para perpetuar su legado histórico y cultural, que puede remontarse a la época prehispánica y que llega hasta nuestros días con pocas interrupciones.

Uno de sus momentos de mayor esplendor fue durante el final de la Revolución Mexicana. A diferencia del arte decimonónico mexicano, mucho más cercano a la religión y al costumbrismo, encontró en el nuevo siglo una serie de nuevas técnicas, temas y espacios que permitían el desarrollo de obras que marcaron el arte del país y que tuvo una gran influencia en el resto del mundo. Artistas como Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco marcaron temas y tendencias artísticas que definieron para la época lo que significaba ser artista en México. Esas posiciones fueron reproducidas en diversos ambientes educativos y culturales, mezclando el compromiso político con el arte.

Hay un poco de ruptura en la actitud de Felguérez, aunque también no puede dejarse de lado que la búsqueda personal del artista orilla a no comportarse de manera gregaria, sino a buscar su propia forma de expresión. Esa fue la actitud del artista en sus años de formación, quien después de huir del conformismo de las instituciones de enseñanza pictórica de los años cuarenta viajó por Francia y Estados Unidos en búsqueda de una mejor formación. Fue ahí donde encontró que sus temas eran la forma y el color, que veremos con regularidad en toda su obra.

No debemos ser ingenuos: Felguérez era un hombre que protegido por las instituciones culturales del país. Era investigador del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM y realizó obra para la Universidad Autónoma Metropolitana y la Universidad La Salle. En ese sentido contrasta con la obra de los oaxaqueños (Alfredo Zalce y Francisco Toledo), que siempre tuvieron reconocimiento internacional pero no eran tan vistos en el ámbito nacional. Sin embargo, se puede ver en su búsqueda constante por renovarse y no repetirse que era un artista de valor, que no dejó de producir hasta que murió en la Ciudad de México el pasado martes. Y no dejaba de ser actual, puesto que antes de que comenzara la emergencia por el Coronavirus se realizaba una retrospectiva de su obra en el Museo Universitario Arte Contemporáneo.

Ante todo debe reconocerse que, igual que Tamayo y Toledo con Oaxaca, Felguérez se sentía en deuda con su estado, por lo que la mayor parte de su obra se encuentra en el museo que se encuentra en Zacatecas. Ahí se encuentran varios de sus cuadros de gran formato y sus esculturas, que representan la evolución de su pensamiento desde formas simples y bien delimitadas en colores térreos (a diferencia de Mondrian que usaba colores artificiales, básicos y muy vivos) hacia el final de su vida con formas más orgánicas y difusas, producto de una abstracción de lo observado en la naturaleza. Pasamos de cuadros y esculturas relativamente pequeñas a murales de gran formato, que tienen una enorme fuerza expresiva al armonizar con la arquitectura de los edificios donde se encuentran sus obras.

Esta lamentable noticia es una gran oportunidad para analizar el comportamiento de las redes, porque tiene una importante repercusión mediática para observar la influencia de ciertos sectores que no son tan vistos comúnmente en los medios de comunicación. Sin embargo, no tiene una continuidad importante ni es un tema de fondo, por lo que su impacto se ve rápidamente disminuido en los días subsecuentes. Se puede observar eso al analizar la línea del tiempo de la noticia, puesto que no existían tweets antes de las ocho de la mañana del pasado martes, cuando se dio a conocer la noticia. Posteriormente se ve un impulso de dos mil tweets en las primeras dos horas de anunciado el fallecimiento, con un pico de tres mil quinientos tweets hacia el mediodía. De ahí la curva comenzaría a bajar gradualmente hacia las tres de la madrugada del miércoles, para tener solamente unos pocos tweets en los días subsecuentes. Vemos que el comportamiento de la curva es como una onda producida cuando aventamos una piedra al agua: tiene una gran fuerza al principio y se va atenuando rápidamente conforme se expande.

Se emitieron 18 726 Tweets en el período entre las ocho de la mañana del 8 de julio y las cinco de la tarde del once de julio. El 81% de los tweets se emitieron a las 24 horas posteriores de anunciado su fallecimiento. Se mandaron 3,76 Tweets por minuto en el periodo. Fueron Retweets el 80,89 % de los mensajes emitidos en el periodo. En las primeras 24 horas se mandaron mensajes a una velocidad de 10.53 Tweets por minuto, que gradualmente fueron descendiendo conforme la noticia perdió impacto. Vemos en la nube de palabras que se resalta el oficio del pintor y escultor, resaltando su grandeza y su legado. De los tweets analizados, se seleccionaron como favoritos alrededor de 1300 con menos de 5,4 Likes. Ningún Tweet en el periodo tuvo más de 100 likes. En los períodos máximos hay mas de seis mil tweets en un período de cuatro horas. Vemos que existe una tendencia en simplemente reproducir la información pero de ninguna manera responder a ella o siquiera darle al botón de favorito, por lo que no es un tema que consideren los usuarios muy relevante, aunque expresan al retwitear una posición de reconocimiento de la muerte al difundir la noticia a sus contactos.

La muerte de Felguérez, a pesar de que fue mencionada en muchos medios de comunicación, fue replicada por medios institucionales relacionados con el Gobierno Federal y la UNAM. Destaca la Secretaría de Cultura, Difusión Cultural UNAM y la cuenta del Embajador de Estados Unidos en México. Vemos por tanto que, a pesar de la diversidad de medios que dieron la noticia, el gobierno fue en este caso el interlocutor directo con los usuarios de la red. Destaca la aparición de dos personajes del Gobierno Federal: la cuenta del Director de Diplomacia Cultural de la Cancillería, ya que la obra de Felguérez fue donada en diversos momentos a organismos internacionales, destacando el mural que se encuentra en la sede mexicana de la ONU; y el Secretario de Hacienda, quien se presenta por motivos que no son claros, probablemente consciente del papel de Hacienda para promover la cultura ya que muchos artistas han donado obra para el pago de sus impuestos lo que ha incrementado la obra que tiene disponible el Estado mexicano de artistas de renombre, pero también por las acusaciones que ha hecho el sector cultural al reducir el presupuesto de programas dedicados a la cultura y el apoyo a artistas.

  • Dentro de los influencers que se encuentran fuera del aparato del gobierno mexicano se encuentran:
  •  Enrique Ortiz García (Cuauhtemoc_1521) , quien tiene un importante proyecto de difusión cultural en la red.
  1. Veka Duncan, comentarista de Proyecto 40 y columnista.
  2. Víctor Trujilo, comunicador actualmente en las redes.
  3. Héctor de Mauleón, comentarista de Proyecto 40 y columnista.

Para ver las gráficas, den click a: https://steemit.com/hive-188619/@quoholet/un-vistazo-a-las-redes-sobre-manuel-felguerez